Las aventuras y desventuras de Diane Jacobs

DIANE Y LOS ALUMNOS

Me invitaron a dar un curso en la costa este de España junto al Mediterráneo, en una pequeña ciudad llamada Tavernes de la Valldigna, cerca de Valencia.

Allí donde crecen las naranjas más deliciosas del mundo…

Pero me estoy adelantando.

LOGO INSTEMA articuloLa empresa que me contrató se llama INSTEMA . Es una empresa de educación continua de terapia manual, pequeña pero competente. La terapia manual es una de las pocas actividades humanas que continúan necesitando algún tipo de supervisión, enseñanza o aprendizaje interno. Por lo menos, es lo que pensamos si no estamos seguros de qué hacer con nuestras manos o qué pensar con el cerebro… Además, de que vez en cuando es bueno asistir a clase por si alguien propone trucos nuevos. Aquí hay un montón de fotos de la clase que tomó la fotógrafa de la empresa.

Tengo un par de trucos auto-desarrollados para enseñar, pero sobre todo tengo un modelo explicativo. Me gusta pensar que abarca todas las bases; un modelo que la mayor parte del tiempo es completamente ignorado por los sistemas de terapia manual.

INSTEMA se ocupó de contratarme, de la reserva del viaje, del lugar, de las comidas y del alojamiento. Prepararon e imprimieron los manuales para los estudiantes y los materiales necesarios para las clases. Y todo esto preparado desde hace meses.

Así que, cuando llegó el momento, me metí en el avión y me fui para allá.

Después de llegar a media mañana a Toronto tuve que sentarme todo el día sin hacer nada esperando al Airbus. El avión despegó, por fin, alrededor de las 7:30 pm (Toronto). Vuelo 351.

Llevábamos en el aire 3 o 4 horas y estábamos comiendo cuando empezaron las turbulencias. Violentas turbulencias. Yo sólo tenía dos manos para hacer tres cosas: sujetar la comida, sujetar el vaso de vino y sujetar la botella para que no se cayese al suelo.turbulencias articulo

Elegí la comida y el vaso de vino. La botella de vino era a) pequeña, b) de plástico, y c) tenía tapón. Al final, la botella se deslizó bastante pero no se cayó fuera de la bandeja de la mesa.

¿Por qué parece que las turbulencias saben exactamente cuando está la comida más expuesta y vulnerable a sus ataques? He comprendido que las turbulencias no tienen ningún horario, así que olvidad esa pregunta sin sentido.

Terminaron calmándose. Mi compañera de asiento, una mujer croata de mi edad, y yo, nos alegramos de poder terminar de comer y no tener que volar dentro de una cabina de la que caía comida del techo.

Parecía que a los auxiliares de vuelo les estaba costando bastante pasar para limpiar la basura… los vimos a todos apiñados en el pasillo alrededor de un pasajero con cara de preocupación. Tal vez alguien tenía algún problema.

Más tarde nos enteramos de que el pasajero que asistía estaba teniendo un ataque de asma, posiblemente secundario al estrés, probablemente derivado de las horribles turbulencias. Él pasajero no tenía el inhalador importante a bordo. La tripulación le dio el que tenía y se sintió mejor, pero…

Resumiendo… Sacaron al pasajero de su asiento y lo trasladaron a la sección de cocina para que pudieran tratarle de manera más privada. Entonces anunciaron que el avión daba la vuelta y regresábamos a Canadá. Dispusieron todo para aterrizar el avión en St. John’s Newfoundland y retirar al pasajero del avión para que recibiese atención médica.

Aterrizamos y subieron a bordo los paramédicos. Cuatro, un montón de equipo. Arrastraron una silla pequeña muy estrecha con ruedas por todo el avión desde la parte delantera del avión hasta el fondo, donde yo estaba sentada al lado del pasillo. Lo retiraron por mi pasillo. Parecía estar entre la vergüenza y el agotamiento, pero estaba vivo y para ese entonces respiraba bien.

En fin… entonces, el resto de nosotros nos sentamos en el avión el resto de la noche, mientras la tripulación intentaba descubrir qué hacer a continuación. Lo que fue horrible. Quiero decir, lo de estar sentado toda la noche en la pista de aterrizaje y ni siquiera volar.

Cada 1 hora o 2, anunciaban algo. Primero, iban a intentar despegar y volver a Toronto. Luego lo cambiaron a Montreal. Entonces, olvídate, el avión no podía despegar. El vendaval en Newfie era demasiado fuerte, y no había ninguna pista en ninguna dirección que admitiese un avión tan grande.

Así estaba la cosa: era un avión enorme. Capaz de albergar casi 400 personas. No sé exactamente cuántos asientos se llenaron pero digamos que al menos 350. Eso es un montón de gente con la que lidiar en medio de una noche de tormenta. Para agravar el problema, la sede de las aerolíneas en París parecía estar cerrada. Nadie se molestó en contestar el teléfono. Así que no había directrices claras.

La tripulación de vuelo, los oficiales, los conductores de autobuses y los gerentes de los hoteles de St. John tuvieron que improvisar un plan juntos. Hacer frente a 350 personas totalmente inesperadas que llegan de imprevisto en un avión enorme en medio de una noche de tormenta.

Estas cosas llevan su tiempo. Hay que llamar a la gente por teléfono, sacarlos de la cama arrastras, informarles para que puedan frotarse los ojos todavía dormidos y que se organicen.

No pasó nada. No nos podíamos mover. Nos sentamos allí hasta que finalmente se anunció, alrededor de las 5:30 de la mañana, que se habían reservado suficientes habitaciones de hotel, que los autobuses estaban dispuestos para llevarnos, que se habían pactado las comidas, y que podríamos ir a algún sitio y dormir en horizontal. Pero, por supuesto, he formado parte de bastantes multitudes en mi vida para saber que nada sucede rápidamente cuando se trata de logística para tanta gente. En realidad, no llegamos a una habitación hasta las 8:30 am.

Mientras tanto, no había internet, y yo no tenía móvil para ponerme en contacto con los anfitriones. INSTEMA no sabía nada de esto.

Tan pronto como estuve en el interior del aeropuerto, dando vueltas con los otros 350 pasajeros, le envié un correo INSTEMA desde el portátil para decirles lo que había sucedido. Más tarde solucionamos que yo todavía volvía a España, pero necesitábamos cambiar el último tramo del vuelo. En vez de llegar un día y medio antes de tiempo para superar el jet lag, no, llegaría alrededor de la media noche al aeropuerto de Valencia, me recogería la intérprete y el taxi nos llevaría una hora más al sur, a Tavernes, donde la clase comenzaría a las 9 am hora española, esa misma mañana. Se encargaron de todo sin problemas y de forma muy eficiente.

DIANE Y ALUMNOS 2 ARTICULOLlegué en Valencia, María Sánchez, la bulliciosa, capaz, reconfortante y amable intérprete, me recogió con Ernesto, el taxista. Es probable que recoger a media noche a un instructor del aeropuerto vaya más allá del sentido del deber y probablemente más allá del sueldo, pero lo hizo de todos modos y con buen humor.

Todo salió bien, por los pelos. No tuvimos que acortar la clase, gracias a Dios. Y el jet lag no era tan malo como siempre, ya que St. John está a tres o cuatro zonas horarias más cerca de España que mi casa… así que cuando llegué, parte del camino ya estaba fisiológicamente ajustado. En comparación, el vuelo a casa fue tan fácil.

La clase estuvo compuesta por encantadores jóvenes fisioterapeutas con manos de mantequilla que parecían entender los conceptos con facilidad y sin esfuerzo. Por eso me encanta el sur de Europa…

Vi el mar Mediterráneo por primera, y posiblemente, última vez…diane viendo el mar artículo Qué emoción.

El primer libro que elegí leer con 8 años, después de unirme a la biblioteca pública Trossachs, fue una colección cuentos marineros de culturas antiguas con el mar Mediterráneo como telón de fondo. Todo era tan exótico en comparación con mi vida aburrida creciendo en una granja en medio de la nada. Leer era una válvula de escape. Siempre fue mi actividad favorita. Escapar.

Bueno, estoy feliz de informar a mi yo de ocho años, hey! Al final conseguimos poner los ojos en esa masa de agua históricamente tan rica, tan central y emocionante en la literatura antigua. Siento que tardase tanto, pequeña.

Link al artículo original de su Blog: http://humanantigravitysuit.blogspot.ca/2015/02/adventures-with-air-france.html

Próxima edición en Madrid: http://www.instema.net/producto/diane-jacobs-dermo-neuro-modulacion-2016/

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